Y de la mano de este festejo viene un sorteo, tenemos otra edición de Pulsaciones de Javier Ruescas
y Francesc Miralles para regalarles.
Esta es la consigna:
Quien quiera debe aportar a la construcción de un cuento colectivo. Para ello deberán agregar una frase en los comentarios teniendo en cuenta lo que se escribió antes para colaborar en el armado de la historia. Por ejemplo: Comentario 1: Caperucita salió temprano de su casa ese día.
Comentario 2: Cuando salió, se dio cuenta de que se había puesto una media de cada color.
Y así sucesivamente hasta que entre todos completemos un cuento. Ustedes posteen el desarrollo y el último día nosotros hacemos el final y lo publicamos. Como siempre, sortearemos el libro en la escuela entre quienes hayan participado.
La frase con la que comienza el cuento es la siguiente:
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ResponderBorrarSalí del interior de mi casa. Las calles no eran las mismas, los hogares tampoco, el sol, el cielo y la fragancia del aire ya nada era lo mismo. ¿Que sucedía en mi interior? ¿Cuál era ese extraño sentimiento? ¿Tal vez era el comienzo de algo nuevo? ¿Algo inesperado? Solo se que mientras sentía ese revoltijo extraño en mi estomago el día debía continuar, como siempre, todo debe continuar y proceder, así que seguí mi camino habitual como si nada hubiera sucedido, como si ese cosquilleo no existiese. Pero yo sabía muy dentro mío que esto no sucedía todos los días, era una excepción, tal vez el comienzo o el final de algo.
ResponderBorraralgo que se acercaba peligrosa y lentamente, no sabía exactamente lo que era, tal vez y solo tal vez estaba exagerando como siempre.
ResponderBorrarPero, al darme la vuelta me dí cuenta que sólo era yo, quue sólo era mi cabeza. Me sentía perseguida. No sé porque.
ResponderBorrarAlgo dentro de mí gritaba que algo extraño iba a suceder hoy, algo que cambiaría mi vida para siempre...
Continúe caminando sin darle mucha importancia a ese malestar, pero mientras lo hacia me percaté de algo extraño en el viento, casi parecía tener vida propia. Observando el cielo pude ver las formas más extrañas que jamás hubiera podido imaginar o percibir en pesadillas, extrañas figuras dignas de ser plasmadas en una de las obras más retorcidas de El Bosco, tal vez fue solo mi imaginación, pero por un instante me pareció que aquel viento trataba de obligarme a mirar algo oculto detrás de mi a pesar de que mi intuición me decía que no lo hiciera, el impulso fue más fuerte que mi voluntad, y por un instante pude ver como mi sombra se materializaba y trataba de dominarme, intente gritar, pero solo logré ahogarme, di unos pasos atrás y eché a correr hasta que logré dejar atrás aquella criatura mórbida que antes fuera mi sombra. A pesar de que el viento solo trataba de advertirme sobre aquella terrible amenaza no pude sentirme a salvo mientras éste aun continuaba desplazándose a mí alrededor.
ResponderBorrarCorrí sin saber a dónde me llevarían la velocidad de mis zancadas a causa de tanta desesperación. Sabía que continuaría corriendo a a pesar de la oscuridad que cegaba mi destino pero detenerme, tal vez, me llevaría a perder la vida.
ResponderBorrarPero a las dos cuadras, no sentía mi teléfono, se me había
ResponderBorrarCaído. El malestar que sentía era pura paranoia: era el nuevo del kiosco que me había perseguido para devolverme el aparato. Y cada vez que me sentía perseguida experimentaba esta sensación luego de que al volver al resguardo de la casa recordara lo ocurrido dos días atrás.
Todo empezó al final de jornada del miércoles, cuando estaba caminando hacia la parada del colectivo, cuando dos encapuchados se bajaron de una furgoneta negra y me pusieron una pistola en la cabeza. Apareció un policía en un callejón a dos metros de donde estaba yo. Unos instantes después me dieron un golpe fuerte con la empuñadura y estuve tirada por dos horas en la calle. Desperté con una mancha de sangre en el suelo y una costra en la nuca. Fui al hospital corriendo y me atendieron bien. Recién ayer me dieron de alta y pude volver a la vida diaria aunque con los traumas del incidente .arcados como tatuaje en mi memoria
ResponderBorrarMuchas dudas me siguen después de aquella noche, siento que todo en el mundo puede lastimarte, me siento débil, ahogada en el peligro. Aun que grite nadie puede escucharme, cada día es una aventura, tan peligrosa pero interesante. Cada día mil sentimientos me recorren, miedo, paz, desesperación, alegría... Necesito poder entender que me esta queriendo decir mi cuerpo, ¿porque todo me asusta y divierte? ¿Así se siente la verdadera vida? ¿Es normal todo esto que me sucede? ¿Es normal ser atacada a unos metros de una parada? ¿Es normal ser perseguida por un quiosquero? ¿Es normal sentirme así y tener tantas dudas? Estoy tratando de averiguar todo esto, pero sé que no podré sola.
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